La historia de la Fundación en el Valle del Guadiaro es un relato de superación, amistad y compromiso social que comenzó hace más de 25 años.
Impulsado por Enrique Zóbel Olgado y Javier Benjumea Puigcerver, amigos desde los comienzos de Sotogrande, quienes consideraron que había una deuda con la gente de la zona, e identificaron el cuidado a las personas mayores como la principal necesidad, siempre con un espíritu cristiano. Sintieron la necesidad de devolver a la sociedad aquello que ellos habían recibido. Le pusieron mucha ilusión a este proyecto en el que se involucraron personalmente. El entusiasmo de los dos fue lo que logró que se pudiera llevar a cabo. Fue la última gran obra de Javier Benjumea Puigcerver.
Enrique Zobel ya había hecho una residencia de ancianos junto a una finca que tenía en Extremadura y Javier Benjumea en Sevilla en unos terrenos donados por la Compañía de Jesús, así que ambos tenían experiencia. Ambos desde un principio querían involucrar a personas relevantes de Sotogrande para que se comprometieran con la residencia. Les escribieron personalmente cartas a muchos de ellos para que se adhirieran a este proyecto. Algunos de ellos formaron parte del primer patronato, donde había representación de las familias fundadoras al igual que otras personas a los que ellos invitaron.
Con gran entusiasmo, ambos amigos, y bajo la coordinación de Miguel García, comenzaron a dar forma a lo que sería una residencia para ancianos en el Valle del Guadiaro. Se encargó a una constructora la realización del proyecto y se creó la fundación cuya escritura de constitución fue firmada en fecha 22 de noviembre de 2001.
Para poder contar con los terrenos aptos para la construcción de la residencia, con fecha 11 de abril de 2003 se firmó Contrato de Concesión Administrativa entre el Ayuntamiento de San Roque, representado por el Alcalde D. Fernando Palma Castillo, y el Presidente del Patronato de la Fundación D. Javier Benjumea Llorente, para la construcción, gestión y mantenimiento de una Residencia para Mayores como equipamiento asistencial y por plazo de 50 años , en terrenos de propiedad municipal.
Posteriormente en fecha 5 de mayo de 2008, una vez se completó la construcción, se aceptó por acuerdo del Pleno del Ayuntamiento de San Roque, la cesión del inmueble de la Residencia.
Para la gestión de la residencia, se contactó las Hermanas Josefinas de la Caridad, que ya gestionaban la Residencia San Rafael de Dos Hermanas, para que se hicieran cargo de la misma. Ellas pusieron en marcha el funcionamiento de la casa con los primeros residentes. Fueron años de ilusión no exentos de dificultades. Los dos fundadores primeros ya no estaban, pero el espíritu de ellos seguía muy presente.
Posteriormente, la falta de religiosas provocó que las Hermanas Josefinas no pudieran continuar atendiendo el Centro, por lo que se contactó con la Asociación Edad Dorada Mensajeros de la Paz Andalucía, quienes desde 2016 se ocupan con gran acierto de nuestra residencia.
Desde un principio, tanto Enrique Zóbel como Javier Benjumea tenían muy claro que los destinatarios de esta residencia deberían ser principalmente las personas más desfavorecidas y con menores recursos de la zona. Este era un principio fundamental desde el origen de la Fundación, y era lo que le daba sentido.
Siguiendo con este mandato de nuestros fundadores, La Fundación La Milagrosa, pone especial dedicación en atender a personas mayores priorizando aquellas que disponen de menos recursos y que tienen necesidades de atención más acuciantes. La Fundación se ocupa de supervisar la gestión de Edad Dorada así como proveer de fondos para cubrir los déficit financieros que se generan cada año. Estos recursos vienen íntegramente de aportaciones de nuestros benefactores.
Con capacidad para 40 usuarios, La Milagrosa no solo ofrece un lugar seguro y bien cuidado, sino que también cuenta con una capilla, donde se celebran misas y se fomenta un ambiente cristiano y de comunidad.
También estuvo presente desde el nacimiento de la Fundación la idea de que los pueblos colindantes y Sotogrande se involucraran de alguna manera en la residencia. Que fuera como una obra social de Sotogrande, que hubiera una vinculación y un compromiso. La residencia era una obligación moral con los habitantes de la zona y esta voluntad está hoy muy presente en la forma en que la Fundación trata con todas las personas del entorno.


- D. Rafael Benjumea y Benjumea
- D. Javier Benjumea Llorente
- Dª Luján Aresti Llorente
- Parroquia de Guadiaro, D. Juan Ramón Rouco
- Dª Mercedes Zóbel Urquijo
- D. Miguel García García
- Asociación Edad Dorada Mensajeros de la Paz Andalucía,Padre D. Julio Millán Medina
- Ayuntamiento de San Roque, Alcalde Sr. D. Juan Carlos Ruiz Boix
- D. Tomás García Madrid
- D. Francisco Javier Garcia-Carranza Benjumea
- D. Jaime Pérez Renovales
- D. Claudio Aguirre Pemán
- D. Alejandro Arráez Galvan
- D. Javier Benjumea Serra
- Dª.María Dolores Martínez Benjumea
- D. Enrique Zóbel Olgado
- D. Javier Benjumea Puigcerver
- D. Iñigo Zóbel Urquijo
- D. Carlos Aresti Llorente
- D. Juan Monjardín Losada
- D. José María Olbes Abelló
- D. Ramón Mora-Figueroa y Domecq
- D. Jaime Ortíz Patiño
- Dª Isabel Gómez Acebo
- Dª Mercedes Benjumea Llorente
- Dª María Teresa Benjumea Llorente
- Dª Dee Anne Hora
- D. Salvador Martín Cazorla
- D. José Antonio Dominguez Salazar
- D. Francisco Aragón Calderón ( Párroco de Guadiaro)
- D. Francisco Rodríguez Sánchez
- Dª Paola Camila Zóbel Cárdenas
- Fundación Focus Abengoa, representada por Anabel Morillo
- Congregación de las Hermanas Josefinas de la Caridad